El reconocido dirigente opositor Williams Dávila lleva cuatro meses detenido en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en el Helicoide, sin contar con una orden judicial que respalde su arresto. A sus 73 años de edad, Dávila fue detenido en la plaza Los Palos Grandes después de participar en un acto de oración por los presos políticos, lo que ha generado preocupación por su estado de salud.
Su hijo, Williams Dávila Valeri, ha denunciado la situación de su padre, destacando que se trata de un demócrata intachable con una carrera política impecable, cuya única falta ha sido defender los valores democráticos. Ante esta injusticia, exige la liberación inmediata de su padre, quien el 13 de agosto fue trasladado a un hospital en estado grave, generando aún más preocupación en su entorno familiar.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha otorgado medidas de protección a Williams Dávila, reconociendo la gravedad de su situación y la necesidad de resguardar su integridad. Esta medida se suma a la presión internacional que ha surgido en torno al caso de Dávila, en un intento por garantizar su liberación y respeto a sus derechos fundamentales.
En medio de la incertidumbre y preocupación por la salud y la integridad de Williams Dávila, su familia y seguidores continúan exigiendo justicia y libertad para el veterano político opositor. El caso de Dávila se suma a la larga lista de presos políticos en Venezuela, generando un llamado de atención a nivel nacional e internacional sobre la situación de los derechos humanos en el país sudamericano.