El papel del periodismo en la lucha por la equidad de género
En la víspera del Día Internacional de la Mujer, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) reafirma su compromiso con un periodismo que visibilice las desigualdades, denuncie las violencias y promueva sociedades más justas e inclusivas.
Treinta años después de la IV Conferencia Mundial de la Mujer, en Beijing, los avances en equidad de género enfrentan una preocupante regresión. Frente a este escenario, el rol del periodismo es más crucial que nunca: no solo como testigo de los cambios, sino como actor clave en la defensa de derechos fundamentales.
Los primeros años que siguieron a la cumbre fueron de reconocimiento significativo, desde las ONG hasta los Estados. En los siguientes años se avanzó considerablemente en varios países del mundo, ciertamente en nuestra América.
«El periodismo tiene la responsabilidad de exponer las barreras que aún persisten para las mujeres y diversidades en nuestras sociedades. Es importante sostener los avances alcanzados y evitar que sean revertidos por políticas restrictivas», afirmó José Roberto Dutriz, presidente de la SIP, CEO y director general de La Prensa Gráfica, de El Salvador.
Sin embargo, el escenario 30 años después es de retroceso, por el creciente conservadurismo, la reorganización de grupos anti derechos y esfuerzos coordinados para acceder a educación.
Mensaje por el Día Internacional de la Mujer
Desde la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), hemos hablado de periodismo con perspectiva de género, hemos insistido en ver con óptica de mujer, de comunidad LGBT+, las problemáticas que nos aquejan. Hemos insistido: hay que mirarlas.
Las reformas legales, que en teoría garantizan derechos y libertades, han avanzado, pero están lejos aún de garantizar sociedades igualitarias. Su aplicación ha sido lenta y llena de obstáculos.
Por el contrario, hemos visto el desarrollo de sitios especializados en género con un periodismo de alta calidad enfocado en temas muy particulares, que permiten una lupa al diagnóstico real del feminismo.
En los medios generalistas, el avance ha sido muy lento. Menos de una docena de los medios registrados en nuestro continente cuenta con una editora de género, cuyo papel fundamental es garantizar un enfoque de inclusión en temas de alta envergadura.
Martha Ramos, presidenta de la Comisión de Equidad de Género y Diversidad de la SIP, precisó: «No basta con narrar la realidad; debemos transformarla desde la cobertura, desde las redacciones y desde la dirección de los medios. La equidad no es un tema de tendencia, sino una necesidad impostergable», sostuvo Ramos, quien es directora editorial de la Organización Editorial Mexicana (OEM).
El número de directivas en medios se ha frenado o crece de manera muy lenta. Según el Instituto Reuters, si se analizan 240 marcas editoriales de 12 mercados distintos en el mundo, apenas 27% de los editores en jefe son mujeres –eran 24% en 2024 –, pese a que 40% del personal de redacción son mujeres.
Ante la cada vez más evidente radicalización en políticas de Estado, discursos de líderes y grupos sociales, el periodismo juega un papel fundamental. Las y los periodistas estamos comprometidos con quien nos lee y con quien confía en nosotros.
Nos encontramos ante un escenario complejo y desafiante. En lugar de consolidar y profundizar los logros alcanzados, enfrentamos una ola de retroceso impulsada por el avance de sectores conservadores y la reorganización de grupos anti derechos. La violencia de género sigue siendo una crisis mundial, la brecha salarial persiste y los derechos sexuales y reproductivos continúan en disputa en muchos países.
Ante este panorama, el periodismo tiene una responsabilidad ineludible. No solo porque los medios de comunicación han sido testigos y narradores de estos avances y retrocesos, sino porque tienen el poder de moldear la conversación pública, visibilizar injusticias y generar conciencia. En este contexto, el periodismo con perspectiva de género no es un lujo ni una concesión, sino una obligación ética. Hemos insistido en la necesidad de mirar la realidad con una óptica que integre las voces y experiencias de mujeres y diversidades. Pero insistir ya no es suficiente: es urgente actuar.
A 30 años de Beijing, el compromiso sigue vigente: no callar, no retroceder, no dejar de mirar.
La SIP es una organización sin fines de lucro dedicada a defender y promover la libertad de prensa y expresión en las Américas. Está integrada por más de 1.300 publicaciones del hemisferio occidental y tiene su sede en Miami, Florida, Estados Unidos.