Una joven de 23 años, Ana Clara Benevides, falleció durante el primer concierto de la cantante Taylor Swift en Río de Janeiro, Brasil, debido a un paro cardiorrespiratorio. El estadio, que albergaba a más de 60,000 personas, registró también alrededor de 1,000 casos de desvanecimiento de fans, posiblemente debido al intenso calor que alcanzaba los 60 grados centígrados en el lugar.
Según Thiago Fernandes, enfermero y amigo de la fallecida, Benevides se desmayó en el estadio, pero fue reanimada antes de ser trasladada a un hospital. Sin embargo, en el camino hacia el centro sanitario, sufrió un segundo paro y no pudo ser salvada.
La noticia de la muerte de Benevides ha conmocionado tanto a los fanáticos de Taylor Swift como a la cantante misma. Swift expresó su tristeza a través de sus redes sociales, destacando que la joven era increíblemente hermosa y demasiado joven para fallecer. Además, envió sus condolencias a la familia y amigos de la fallecida.
La prohibición de llevar botellas de agua al estadio también fue motivo de quejas por parte de los espectadores, quienes se quejaron del intenso calor y la falta de hidratación.
En respuesta a la tragedia, los fans de Swift en Brasil y en todo el mundo iniciaron una campaña en redes sociales utilizando el hashtag #T4FEXIGIMOSRESPEITO (#T4FExigimosRespeto), en referencia a la compañía T4F, encargada de la organización de los conciertos de la cantante en Brasil. Los seguidores exigen justicia por la muerte de Benevides y la posibilidad de llevar agua a los eventos.
Como consecuencia de la ola de calor y la tragedia ocurrida, Taylor Swift anunció la suspensión del segundo concierto en Río de Janeiro.
Esta noticia ha generado gran impacto tanto en la comunidad de fans de Taylor Swift como en el público en general, resaltando la importancia de garantizar la seguridad y el bienestar de los asistentes a eventos masivos.