El día 19 de diciembre de 2024, Nicolás Maduro sorprendió al país al anunciar sus intenciones de reformar la Constitución nacional venezolana. Esta propuesta, que según el presidente busca «democratizar aún más» a la sociedad venezolana, ha generado controversia y preocupación entre diversos sectores de la población.
Desde entonces, se ha conocido muy poco sobre el contenido de esta reforma constitucional y el trabajo que realiza la comisión designada para llevarla a cabo. Según declaraciones de Maduro, se pretende reformar 80 artículos de la Constitución, con cambios que abarcan tres grandes áreas, incluyendo la creación de un «nuevo gobierno comunal».
Diversas figuras políticas y organizaciones han expresado su preocupación ante esta iniciativa, señalando que Maduro busca crear un «traje a la medida» para consolidar su poder en el país. Se cuestiona la legitimidad del proceso, dado que Maduro asumió la presidencia sin demostrar que ganó las elecciones del 28 de julio.
El exdiputado Pedro Pablo Alcántara y el exministro Héctor Navarro han advertido que la propuesta de reforma constitucional es un proceso viciado de origen, ya que no cumple con los requisitos establecidos en la Carta Magna. Se ha criticado la falta de transparencia y participación en el proceso, así como la concentración de poder que se pretende instaurar.
En enero de 2025, Maduro designó una comisión nacional para la reforma constitucional, integrada por figuras afines al gobierno, lo que ha generado críticas sobre la falta de pluralidad y diversidad de opiniones en el proceso. Se espera que los cambios propuestos afecten aspectos fundamentales de la Constitución vigente, como la estructura del Estado y los principios democráticos.
Hasta el momento, se desconoce el contenido exacto de los 80 artículos que serán modificados, pero se especula que podrían incluir cambios en aspectos como el salario de los trabajadores, la división político territorial del país y la incorporación de órganos de seguridad vinculados al gobierno.
Ante la incertidumbre y la falta de información sobre el proceso de reforma constitucional, diversos sectores de la sociedad han expresado su escepticismo y desconfianza. Se teme que la reforma sirva como una cortina de humo para aprobar leyes y medidas que atenten contra la democracia y los derechos de los ciudadanos, siguiendo el patrón de la polémica Ley Antibloqueo.
En conclusión, la propuesta de reforma constitucional de Nicolás Maduro ha generado preocupación y críticas en Venezuela. La falta de transparencia, la concentración de poder y la ausencia de participación ciudadana en el proceso han levantado alarmas sobre las verdaderas intenciones detrás de esta iniciativa.